El Gobierno ha confirmado el aplazamiento de Verifactu hasta 2027, dando a las empresas un margen adicional para adaptarse al futuro sistema de facturación verificable. Aunque la normativa seguirá siendo obligatoria, este retraso supone una oportunidad estratégica para preparar la transición con mayor tranquilidad y eficiencia.
A continuación, te resumimos las principales ventajas que este aplazamiento ofrece a nuestros clientes empresariales:
- Más tiempo para planificar y evitar costes innecesarios
Con un calendario más amplio, las empresas pueden evaluar su situación actual, analizar alternativas de software y planificar inversiones sin urgencias. Esto reduce significativamente el riesgo de sobrecostes por implantaciones aceleradas.
- Integración ordenada en la transformación digital
El retraso permite encajar la adaptación a Verifactu dentro de otros proyectos tecnológicos ya previstos. Así, las empresas pueden optimizar recursos, renovar sistemas de forma más coherente y mejorar la eficiencia global de sus procesos.
- Mayor seguridad al elegir proveedor
El mercado seguirá evolucionando hasta 2027. Con más tiempo, las compañías pueden seleccionar soluciones estables, certificadas y alineadas con la versión final de la normativa, evitando cambios o migraciones innecesarias.
- Preparación del equipo sin prisas
El calendario ampliado facilita formar a los equipos con antelación, incorporando nuevos procedimientos de facturación de manera progresiva y reduciendo el impacto operativo cuando Verifactu entre en vigor.
- Transición más acompañada y personalizada
Gracias a este aplazamiento, podremos ofrecer a nuestros clientes una implantación gradual, asesoramiento continuo y soluciones totalmente adaptadas a sus procesos, garantizando una transición segura y sin interrupciones.